Lo lees en 5 min¿Cómo es posible que puedas prender una ampolleta de luz con energía solar? Para utilizar a nivel doméstico la energía que proviene del sol, es necesario que ésta pase por un sistema que la transforma a corriente alterna. Estamos hablando de un sistema fotovoltaico, donde la clave está en un dispositivo llamado inversor.
El funcionamiento en sí de este dispositivo es simple, pero es clave escoger uno adecuado según la instalación fotovoltaica que se quiera utilizar. En este artículo te explicamos lo necesario que debes saber sobre los inversores.
Componentes de un sistema fotovoltaico
Primero que todo, un sistema solar fotovoltaico está compuesto por tres elementos principales que permiten generar energía eléctrica con energía lumínica proveniente del sol, estos son:
Panel solar fotovoltaico
Estas son las placas que se logran identificar, por ejemplo, en el techo de un edificio. Los módulos fotovoltaicos son los encargados de transformar los rayos de sol en energía eléctrica de corriente continua (o directa).
Inversor
Esta es la pieza clave que convierte la energía eléctrica de corriente directa en energía eléctrica de corriente alterna para ser inyectada en la red eléctrica y ser utilizada por los electrodomésticos.
Estructura de soporte
Esto asegura que los paneles estén siempre orientados hacia la dirección adecuada de forma segura.
Entonces, el inversor es uno de los tres elementos básicos para que un sistema fotovoltaico funcione correctamente.
De corriente continua a corriente alterna
La clave para pasar la energía solar al sistema eléctrico convencional y poder hacer uso de esta energía está en los inversores. Estos se instalan junto a los paneles solares fotovoltaicos y permiten transformar la corriente continua en corriente alterna. Este inversor está conectado tanto a los paneles como a la conexión de red, y hace la conversión de manera automática.
La energía que producen los paneles solares fotovoltaicos es corriente continua, y para poder ser utilizada con mayor eficiencia y seguridad es necesario transformarla en corriente alterna. Esta transformación en un sistema fotovoltaico ocurre gracias al inversor.
Además de convertir la energía, un inversor cumple otras funciones que son igual de importantes dentro de un sistema fotovoltaico. Estas son:
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Optimizar la energía producida por los paneles solares.
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Seguimiento de rendimiento de la energía y protección en caso de que haya algún fallo en el sistema.
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Operación constante.
Tipos de inversores
Dentro de los inversores que se encuentran en el mercado, es posible encontrar diferentes tipos o modelos. Estos van a variar según el sistema conectado que se escoja, es decir, si es una instalación On-Grid o instalación Off-Grid.
Para instalaciones On-Grid los modelos disponibles son:
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Inversores string
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Optimizadores de potencia
Para las instalaciones Off-Grid, los modelos de inversores son:
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Aislada
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Inversores híbridos
Por otro lado, los inversores cuentan con distinto nivel de potencia. Por ejemplo, si para un sistema fotovoltaico en una casa se necesita instalar un sistema fotovoltaico con una potencia de 3 kW, el inversor que se debe utilizar debe tener igual o más potencia a 3 kW.
En definitiva, un inversor permite convertir la energía solar para uso doméstico y darle un uso más eficiente, seguro y optimizado, y además permite almacenar la energía generada por los paneles en baterías (si es que el sistema lo incluye).
